Las 13 horas de fuego en el ‘Oleg Naydenov’

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El 11 de abril, a mediodía, se desató el incendio en la sala de máquinas del Oleg Naydenov. Miembros de su tripulación, según admitieron a EL PAÍS, intentaron apagar las llamas vaciando hasta diez extintores. Cuando los evacuaron del buque, algunos mostraban hollín en sus caras y quemaduras en las manos. Fue a la una de la tarde cuando el capitán del buque alerta a la Autoridad Portuaria, que a su vez activa a los bomberos municipales, que tienen su parque más cercano fuera del recinto portuario. Antes de las 13.30, los bomberos de Las Palmas de Gran Canaria llegaron al buque.

Daniel Ojeda es uno de los bomberos que accedió al Oleg Naydenov para intentar extinguir las llamas. “Las características del incendio y su gravedad hizo que se cerraran dos parques de bomberos. Los recursos nuestros son los que son y los que han fallado son los del puerto”, indica. El cuerpo de bomberos tiene dos suboficiales, pero al mando estaba un sargento. El primer suboficial que respondió lo hizo a las 18.00, en una primera comunicación en la que se le trasladó la gravedad del incendio. Y hasta pasadas las 20.00, en una segunda comunicación, no se llamaron a refuerzos para intentar sofocar un fuego que cada vez era más aparatoso.

Inicialmente se instaló una bomba para recoger agua del mar y, además, se solicitó la llegada de un remolcador con un cañón para atacar el fuego desde el agua, explican fuentes conocedoras de la operación. Llegaron hasta dos, de la empresa Boluda, y ninguno de ellos funcionó. Fue, finalmente, un tercer buque aportado por Salvamento Marítimo el que con un cañón de agua comenzó a refrigerar el casco del barco y lanzarla a su interior. El buque de Salvamento Marítimo que se usó para la ocasión, según informan desde el departamento dependiente del Ministerio de Fomento, es capaz de lanzar hasta 6.000 litros por minuto. Ojeda, que lleva 16 años en el servicio, dice que ha apagado “unos cuantos barcos y es, sin duda, al que más agua he visto que le han echado”.

La tripulación comunicó a los bomberos, a través de una intérprete de nacionalidad rusa, que había dos bodegas de cinco metros cada una de ellas llenas de cartón. Igualmente, les dijeron que el incendio había sido en la sala de máquinas. Cuando los bomberos accedieron al barco se encontraron que en la evacuación la tripulación “había dejado las puertas de los mamparos abiertas”, recuerda Ojeda. Los mamparos sirven para dividir en compartimentos el interior de un barco. Esto “hizo que el fuego corriese de lado a lado en el barco”. Sobre la acción de Salvamento Marítimo y su remolcador, Ojeda cree que “dificultó la intervención” porque impedía caminar por la cubierta y que “de tanta agua, el barco se escoró”.

A las dificultades producidas por el incendio, se le suman los problemas existentes entre el cuerpo de bomberos de Las Palmas de Gran Canaria y el Ayuntamiento, institución de la que dependen. En estos momentos no existe convenio que regule la actuación dentro del Puerto de La Luz y Las Palmas. Denunciado por parte de los sindicatos de los bomberos, el juez Alfonso Silos, en sentencia de fecha 21 de abril de 2014, entra en el fondo del asunto y explica que tal y como ha acreditado el sindicato demandante en el Puerto de Las Palmas se manipulan mercancías peligrosas “de forma que los funcionarios asumen funciones que correspondería desarrollar a la Autoridad Portuaria de Las Palmas”. La Autoridad Portuaria, en su plan de Emergencias, tiene como cuerpo de lucha contra incendios, sin embargo, “bomberos externos”.

Desde el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria no recurrieron esta sentencia y no valoraron lo expuesto en el fondo del asunto. Claudio Rivero, coordinador general de Presidencia y Seguridad, dice que la sentencia es posterior a la Ley de Puertos, que regula el trabajo de los bomberos y que “si un incendio se produce en el término municipal, tienen que actuar, aunque sea en el Puerto”.

Después de 12 horas de actuación y con la presencia en todo momento en el incendio de Pedro Mederos, capitán marítimo de Las Palmas, se tomó la decisión de sacar el buque del Puerto de la Luz por el peligro de hundimiento debido a que se había escorado. Sobre la 1.30 de la madrugada del domingo terminó la actuación de los bomberos. Así fue como el Oleg Naydenov salió del Puerto de la Luz y Las Palmas, después de más de 12 horas de incendio, con su estructura dañada y escorado por el agua que le habían echado.

FUENTE: El Pais

 

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