Trabajadores de Salvamento Marítimo responden a Ábalos: “Los radares de los aviones son nuestros ojos para salvar vidas”

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El ministro de Fomento ha restado importancia a la falta de radares en los aviones de de Salvamento: “Su función no es avistar, sino rescatar tras recibir una alerta”


Desde el Comité de Empresa de la flota de Salvamento Marítimo defienden que los radares de los aviones son “cruciales” para localizar la patera después de recibir esa alerta


“Desde un barco, no ves la patera aunque la tengas a 50 metros de la proa. Si está entre las olas, no la ves ni aunque esté a un kilómetro”, dice Ismael Furió


Para el Ministro de Fomento, la falta de radares en los aviones de Salvamento Marítimo durante más de cinco meses no supone un problema para sus labores. Esta semana, José Luis Ábalos ha restado importancia a la avería recordando que estas aeronaves no realizan avistamientos, sino que buscan barcas en riesgo de las que ya han recibido una alerta previa. Los trabajadores responden que, aunque su función no es la vigilancia, necesitan los radares para encontrar las embarcaciones que piden auxilio.

“Le ha dado la vuelta. Está diciendo que los aviones de Sasemar no se dedican a buscar a gente. Claro, ya lo sabíamos. Pero eso no significa que no necesitemos los radares de búsqueda”, responde Ismael Furió, presidente del Comité de Empresa de la flota de Salvamento Marítimo.

El trabajador de Salvamento Marítimo y portavoz del sindicato mayoritario de la institución (CGT) explica que las embarcaciones de rescate necesitan las indicaciones recibidas por los aviones de Sasemar para localizar el punto exacto donde se encuentra una barca en peligro y poder salvarla. Con más razón, insiste, cuando se trata de pateras porque, debido a su reducido tamaño y su inestabilidad, indentificarlas desde el mar es “más difícil”.
Cómo realizan los rescates

“Cuando la torre de control te da el aviso de que va a salir a por una patera, no te aporta la ubicación exacta, sino que te envía un área aproximada como, por ejemplo, “30 millas al sur de la isla de Alborán”, enfatiza el portavoz, quien destaca la complicación de encontrar el objetivo del rescate una vez alcanzada la zona. “Cuando te mandan allí, tienes un área de búsqueda que puede ser equivalente a los tres campos de fútbol y tenemos que ir peinando la zona”, continúa Furió, quien tiene experiencia en el auxilio de pateras, pues ha trabajado como segundo oficial en la Guardamar Talía en Canarias hasta el año pasado. En la actualidad, es patrón de la embarcación Salvamar Pollux en Valencia.

Las embarcaciones y los aviones de Salvamento Marítimo se dirigen a la zona donde podrían encontrarse las personas en riesgo, después de haber recibido un aviso en la torre de control por parte de, generalmente, la ONG Caminando Fronteras o buques mercantes, que aportan unas coordinadas aproximadas.

“Allí, van buscando por calles [imaginarias]. Si lo haces con tus ojos, pueden ver un máximo de dos millas. Es una barbaridad para buscarlo con la vista”, añade Furió. Con un radar, el avión puede puedes rastrear hasta 30 millas naúticas de un vistazo.

Los aviones necesitan los radares, y las embarcaciones de Salvamento se nutren de la información que le aportan el personal de la aeronave: “Desde un barco, no ves la patera aunque la tengas a 50 metros de la proa. O incluso a uno. Si está entre las olas, no la ves. La patera se oculta”.

Desde el aire, sus compañeros guían a la flota de las embarcaciones de Salvamento para que se desplacen hasta los puntos surgidos en un radar y puedan proceder al rescate. “El avión son nuestros ojos. El avión se pone encima y dice: ya la tengo localizada. Te da la posición exacta”, asevera el presidente del Comité de Empresa de Salvamento. “Se puede dar la situación de que vuelves a ese punto y tampoco la encuentras y la tripulación del avión te detalla que está, por ejemplo, a 50 metros a la derecha o a la izquierda”.

Cuando la torre de control de Salvamento Marítimo recibe una alerta y moviliza una de sus buques de rescate, la localización aportada de forma inicial, a veces, deja de ser válida, detalla. “El centro de coordinación recibe el aviso y muchas veces esa patera continúa avanzando. La torre, llama al avión, despega y se dirige a la zona. Entre que despega y llega, han podido pasar tres horas, por lo que esa barca en peligro ya no está donde estaba. Y, sin radar, el avión tarda mucho más en localizarla”, detalla Furió.

“El radar de búsqueda son los ojos del avión. Son nuestros ojos, es crucial”, reitera el representante de los trabajadores de Salvamento Marítimo. “Ya sean pateras o veleros, para rescatar necesitamos los radares, porque es un servicio de urgencia”.

FUENTE:AQUÍ

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