La organización ha denunciado la intención de Libia de restringir el tráfico marítimo en sus aguas a todos los buques extranjeros, incluidos los que se dedican a labores de rescate de personas, según han publicado en un comunicado.
“SOS Méditerranée está supervisando muy de cerca la preocupante situación. Aparte de salvar vidas, la seguridad de nuestra tripulación es nuestra primera prioridad. Mientras esto siga garantizado, SOS MED permanecerá en la zona de búsqueda y rescate, salvando barcos en peligro y evitando que las personas sean devueltas a Libia”, han remarcado.
De hacerse efectivas, esas medidas verían seriamente disminuida la ayuda humanitaria en el Mediterráneo, donde ya han muerto más de 13.000 personas tratando de llegar a Europa a través de la ruta de Libia. Por el momento, las ONG no tienen confirmación oficial de las autoridades libias sobre estas medidas, orientadas, según el Gobierno libio a evitar el contrabando de personas con el que se estarían lucrando estas organizaciones de manera encubierta.
SOS Méditerranée ha remarcado la necesidad “de ampliar las capacidades de búsqueda y salvamento en el Mediterráneo. Las ONG deben ser capaces de continuar con sus actividades sin impedimentos. Las vidas de los pueblos están en peligro, tanto en el mar como en Libia”.
“Por los testimonios de quienes se han subido a nuestro buque, si las personas son devueltas a Libia son devueltas a detenciones arbitrarias y otras formas de abusos de los Derechos Humanos. Restringir el acceso y las actividades de las ONG volverá a causar más muertes y sufrimiento en el Mar Mediterráneo”, concluye SOS Méditerranée.
Por el momento, las organizaciones Save the Children y Médicos Sin Fronteras (MSF), así como la alemana Sea Eye, han abandonado sus operaciones en el Mediterráneo a raíz de los crecientes impedimentos que están teniendo para desarrollar labores de salvamento. Miembros de MSF colaborarán prestando servicio médico en el buque de SOS Méditerranée.